Los
atributos de las innovaciones educativas comprenden:
*el atributo
de claridad, el cual constituye uno
de los más relevantes. Éste indica el grado de facilidad y precisión con que
determinada innovación puede ser explicada y demostrada en su naturaleza,
funcionamiento y efectos.
*el atributo
complejidad, tiene un carácter
eminentemente operativo. Se refiere a su facilidad relativa en lo concerniente
a las actividades de implantación (Rivas, 1983, p. 11), constituyéndose en un
apoyo a la claridad para contrarrestar los campos vacíos de la misma.
*el atributo
divisibilidad, que se refiere al
grado en que una innovación es susceptible de ensayarse sobre una base
limitada. Es decir, la posibilidad de aplicarla parcialmente, limitándose a
algunos de sus componentes o partes que integran la innovación, desarrollándola
en fases sucesivas, haciéndolo en un periodo de tiempo delimitado o incluyendo
a un número limitado de personas. En su virtud disminuye el temor al riesgo y paralelamente
se reduce la complejidad.
*el atributo
de compatibilidad, indica el grado
de ajuste entre los objetivos, valores y comportamiento que entraña a la
innovación, por un lado y los propios de la unidad adoptante, sea el individuo,
el centro o la comunidad educativa, por otro lado.
*el atributo
del beneficio potencial o ventaja
relativa percibida por los innovadores potenciales (Rivas, 1983, 17) es uno de
los atributos más relevantes de la innovación educativa. En definitiva es el
indicador más directo de la calidad de la innovación o eficacia en sí. Se trata
de los presuntos beneficios que la innovación proporcionará a los usuarios, en
relación con la estructura escolar o proceso educativo que sustituye.